En Kili-Kolo es una de las actividades cotidianas el fomento del desarrollo de la psicomotricidad fina. Desde la guardería trabajamos dando forma a sus manitas, y adermás les encantan los retos que les proponemos. Si quieres conocer más acerca de este tema sigue leyendo nuestra pequeña reseña.
La psicomotricidad fina es la que se trabaja por medio de actividades que se realizan con las manos, desarrolla los procesos donde se requiere precisión y coordinación para hacer diferentes ejercicios. Es importante trabajarla desde temprana edad.
Este mecanismo está muy vinculado a la evolución de la inteligencia y comienza entre los meses 0 y 2, teniendo presente el «reflejo prensil» (al ponerle el dedo en la palma de la mano el niñ@ cerrará el puño).
En la psicomotricidad fina se coordina el movimiento de diferentes partes del cuerpo.
Los bebés irán pasando por diferentes etapas en sus habilidades motrices:
- Descubrir sus manos
- Desarrollar coordinación óculo-manual
- Conseguir alcanzar objetos con las manos (este es el máximo nivel de alcance)
- Empezar a llevarse objetos a la boca
- Comenzar a utilizar sus dedos en forma de pinza
Antes de llegar a los 3 años alcanzarán pequeñas metas o logros, los cuales les ayudarán a tener seguridad para realizar otras actividades, como puede ser coger un lápiz, insertar piezas en pequeñas ranuras, hacer torres con cubos o piezas,
manipular páginas de libros, pegar y despegar gometxas, utilizar pinzas, manipular diferentes texturas.